Te quise tanto que aún te quiero... AJ.

Hay,,,

Hay en mi pluma los huesos rotos de los grandes poetas,
la vieja tristeza de un corazón destrozado,
la violencia de un adiós,
y, hay en ella, el cansado eco de tu voz...AJ

Ella
juega en la inmensidad de la noche,
sus piernas son seductoras cuerdas
que envuelven al mundo,
su piel palpita,
emana fuego palido,
en su sexo eyaculan
flores,
violentas que buscan y
se pierden ahí
donde ella juega,
sus labios,
chocolates rojizos,
penetrantes,
la droga que se pierde por mi piel,
perfecta,
gratuita,
ella... AJ

...

Te he besado,
sí,
tus labios en los mios,
sólo un beso,
sólo un sueño,
y
los sueños no se comparten,
así como no son realidad...Aj

El ocaso de la soledad...

Es el asco a la vida,
el silencio,
la soledad,
la locura...
Somos tontos debilitados por el sentir,
tan absurdo,
tan lleno de nada,
jugueteos relampagueantes que nos catapultan una y otra vez,
retornos inimaginables,
labios,
siempre nos llenamos de labios,
de sexos,
amamos y caemos...

Es el sentimiento hecho eco el que nos angustia, el que nos pone entre tormentas de fuego...

Dejame...

Ciego, dejame ciego,
no volveré a observar tu recuerdo,
asesina lentamente nuestro pasado,
nuestro futuro entierralo, dejalo ciego...

Golpeame, golpeame,
rompe nuestros labios y vuelvelos de acero,
corrompe la inocencia de nuestros cuerpos,
dejalos solos, palpitando en soledad...

Manten a mi pluma callada,
sin ganas mantenla apagada,
deja que su vida se vuelva nada,
dejala, dejala sin palabras...

Vuelveme triste,
dejame morir en medio de la noche,
del dia, de la tarde, de las veinticuatro horas,
alejate, alejate y dejame libre...

El recuerdo...

Aún recuerdo el rostro de aquella mujer,
tan lleno de vida, tan lleno de placer;
sus lagrimas parecían no ofender,
en su mirada triste la verdad parecia florecer...
Jugaba con el sol, a ver quien tiene más valor,
queria enloquecer al tiempo, volver inútil su talento;
era de plata la brisa que su faz rozaba,
eran pedazos de cielo los que se desprendian
cuando ella asi lo pedia...
Aún recuerdo sus labios y sus gritos insurrectos,
el recuerdo ha sido esclavo de tanto pensamiento...
Aún recuerdo, el rostro lleno de rojo carmín,
que en silencio decia mas que la musica mas detallada;
sus ropajes llenos de nada...
Ella era mi mujer amada...AJ